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Denuncian caso de presunto abuso sexual

Gabriela Abigail Gutiérrez Zaragoza acudió a la Fiscalía General del Estado para alzar la voz por presunto abuso sexual en contra de su hija menor hace ya tres años.

«Desde el año 2017 recurrí a las instituciones jurisdiccionales como esta fiscalía que es la ‘especializada en la investigación de delitos sexuales, violencia familiar y en agravio del menor’ para denunciar la violencia que ejercía, contra mí persona y contra la de mis menores hijos, mi expareja, con la cual estuve casada durante cinco años; esta persona ejercía violencia en forma verbal, física, psicológica, económica, patrimonial, poniendo tanto mi vida, como la del resto de mi familia, en un riesgo constante».

La víctima destacó algunos de los episodios más violentos, que dijo, son del conocimiento de las autoridades y sobre los cuales no habido mayor consecuencia.

«Mi agresor quemó un auto de mi propiedad, me apuntó con una pistola, intentó sacarme de la carretera mientras conducía un vehículo, sustrajo a nuestros menores hijos en dos ocasiones. No obstante, de todos estos hechos, reitero ya denunciados, a mi expareja le fueron concedidas convivencias con nuestros menores hijos al interior de CECOFAM, el Centro de Convivencias Familiares».

Asimismo reveló que su hija de tres años, manifestó en varias momentos, infecciones genitales, mismas que fueron confirmadas tras una revisión médica.

«En el año 2018 mi menor hija me indicó haber sido lastimada por su padre en su zona genital, esta declaración me llevó a iniciar una denuncia en esta fiscalía, dónde después de una investigación deficiente y lenta, la fiscal Gricelda María Rosas Rodríguez me indicó que seguramente a mi menor hija su padre la había limpiado bruscamente al llevarla al baño. Me es preciso aquí destacar que la fiscal que realizó esta afirmación conocía a mi expareja e inclusive lo trataba con un seudónimo».

En ese sentido y debido a que la carpeta fue declarada bajo el no ejercicio de la acción penal, los menores se vieron obligados a reanudar las visitas con su padre en CECOFAM.

«Una vez más en el año 2019 mi hija me relató haber sido lastimada por su padre en sus genitales, por lo que, nuevamente, acudí a fiscalía a denunciar estos hechos. La fiscalía cuenta con un informe especializado remitido por la institución Corazones Mágicos, en el cual, se confirma derivado de un estudio exhaustivo el abuso sexual que sufrió mi hija. Es decir, aun cuando existe material suficiente al interior de la carpeta de investigación para que las autoridades frenen definitivamente la violencia que vivimos, no ha pasado nada».

Sin embargo destacó que algunas de las autoridades a cargo de la investigación de los hechos conocen a su expareja ya que, laboró al interior de servicios periciales en la fiscalía número 9.

«Dada la inacción y negligencia a mis denuncias considero que esa relación ha trascendido a decisiones sobre el manejo de la investigación. Inclusive Beatriz Hernández auxiliar de la Fiscal a cargo de mi carpeta realizó una modificación a una declaración que realizó mi agresor a la fiscal en turno y quedo asentada en la carpeta de investigación, la cual consistía en una amenaza de feminicidio».

Por ello expresó que sus deseos son de justicia para su hijo y una vida libre de violencia por parte de su expareja.

«Las autoridades que trabajan en fiscalía numero cuatro precisamente por ser la unidad ‘especializada en la investigación de delitos sexuales, violencia familiar y en agravio del menor’ deberían ser las autoridades expertas en violencia de género, perspectiva de género y derechos humanos y no, ser una de las unidades más ineficientes, revictimizadoras y negligentes en el Estado».

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